El Moco (Museo Moderno Contemporáneo) es un museo privado fundado por la pareja holandesa Lionel y Kim Logchies. Abrieron la primera sede en Ámsterdam en 2016 y la segunda en Barcelona en 2021. En el Moco podrás contemplar obras de arte moderno, contemporáneo y callejero, tanto de artistas célebres como de nuevos talentos.
El Museo Moco Barcelona está instalado en el Palacio Cervelló, también llamado Casa de los Giudice o Palacio Cervelló-Giudice. Se trata de una antigua residencia privada de la familia noble Cervelló que fue construida en el siglo XVI aprovechando una construcción del siglo XV. Desde la Edad Media hasta el siglo XX, aristócratas, comerciantes y miembros de la realeza han ocupado este lugar histórico de Barcelona que se encuentra junto al Museo Picasso.
Nada más entrar en el Palacio Cervelló encontrarás una enorme escultura de Kaws titulada "Final days", que está inspirada en Mickey Mouse y elaborada con madera. Comprobarás que la arquitectura antigua y el arte moderno combinan a la perfección. En las salas del Museo Moco también comprobarás que la mayoría de obras son de grandes dimensiones. En la planta baja, llamada Moco Masters, están expuestas obras tan importantes como "Mujer en llamas" de Salvador Dalí, "La Santa Cena" de David LaChapelle, "Sacred Heart" de Damian Hirst, "Untitled (Bracco di Ferro)" de Jean Michel Basquiat, una "Colored Marilyn (Reversal Series)" de Andy Warhol o "Night Stars" de Yayoi Kusama. En esa misma planta o en la primera, encontrarás obras de artistas tan destacados como Banksy, JR, Keith Haring, Jeff Koons,Tracey Emin, Mark Rothko,Takashi Murakami o Guillermo Lorca.
No faltan en el Museo Moco las salas inmersivas. TeamLab tiene una dedicada a las estaciones del año, que está acompañada por siete piezas NFT, de Andes Reisinger, Blake Kathryn y Paris Hilton, Federico Clapis, Alotta Money y Beeple, quien vendió en 2021 un archivo digital por valor de 57 millones de euros. El recorrido termina con una obra impactante, Diamond matrix, de Irma de Vries, quien pertenece al colectivo holandés Studio Irma. La obra consiste en una sala de espejos colocados en las paredes y el suelo, como si fueran diamantes. Estos supuesto diamantes cambian de color y convierten el espacio en infinito.
Una colección de arte que pretende reflexionar sobre la sociedad moderna.
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